Ya se acerca el verano y queremos bajar esos kilitos de más, lucir el cuerpo en la playa y disfrutar del sol con toda la libertad del mundo, pero a pesar del ejercicio hay ciertas zonas del cuerpo donde a pesar del esfuerzo que hagamos, eliminar la grasa, será una tarea difícil. Las células grasas poseen unos componentes llamados receptores, pero existen dos tipos a mencionar: los Alfa y los Beta. La principal diferencia es que los receptores Alfa “juntan grasa”, mientras que los Beta la rechazan.
Desafortunadamente para las mujeres, su organismo produce más receptores Alfa que Beta. Proceso que ocurre de forma contraria en los hombres. Y no sólo eso…, las mujeres tienen 80% de los receptores Alfa localizados en la zona de las caderas, los muslos, etc. Se ha comprobado científicamente que este problema no se corrige únicamente con dietas o actividades físicas; Por eso se recomienda la aplicación de métodos como la mesoterapia, la cual activa los receptores Beta y bloquea a los Alfa, o bien, la HIDROLIPOCLASIA, que produce el estallido de las células grasas y las elimina del cuerpo.
La HIDROLIPOCLASIA es un tratamiento seguro y no invasivo que surge como alternativa no quirúrgica, es también llamada » lipoescultura sin bisturi » las cuáles pretenden obtener resultados duraderos a nivel de las adiposidades localizadas, de manera ambulatoria y mínimamente invasiva. Una de las preocupaciones de los usuarios al aplicarse los métodos estéticos son los efectos adversos. El proceso es totalmente innocuo, en ocasiones puede presentarse algún hematoma de escasa magnitud que desaparece en pocos días. De igual forma, la hidrolipoclasia ultrasónica posee muy pocas contraindicaciones, tales como: mujeres embarazadas, procesos infecciosos, inflamatorios o tumorales.
Está indicada específicamente para reducir las adiposidades localizadas y mejorar la celulítis compacta en zonas como abdomen, caderas, cartucheras, cara interna de rodillas… resistentes a dietas y tratamientos con aparatología. El tratamiento consiste en la aplicación en el tejido adiposo subcutaneo de una solución fisiológica, estéril e hipotónica por tener una concentración más baja que los fluidos normales del organismo. Posteriormente se trata la zona con ultrasonidos de efecto cavitacional los cuáles tienen un efecto lipolítico al romper los enlaces químicos que conforman los poliglicéridos para convertirlos en ácidos grasos más sencillos listos para ser eliminados por vías fisiológicas.
El proceso se completa con un drenaje linfático manual o con presoterapia de la zona. El paciente sale de la consulta, pudiendo realizar su vida normal. La zona queda un poco inflamada por la infiltración del líquido, pero remite en un intervalo máximo de 48 horas. El número de sesiones depende del volumen graso de la zona a tratar. No obstante, para obtener óptimos resultados es indispensable combinar la técnica con una dieta baja en grasa y actividad física para completar el tratamiento. Es importante beber 2 litros de agua fuera de las comidas y también si hay exceso de peso, realizar algún tipo de dieta. Los resultados generalmente son inmediatos, pero dependen del paciente. La pérdida de centímetros se empieza a observar en la primera sesión.