Rejuvenecer ha sido siempre un anhelo de hombres y mujeres. Sin embargo, hasta hace pocos años casi exclusivamente sólo mujeres solicitaban un lifting y actualmente un 20% de pacientes son varones.
La mayoría de pacientes que se interesan en una intervención de rejuvenecimiento sienten que su ser interior es joven y no les agrada ver los cambios que el tiempo ha dejado en sus rostros. En el Lifting Facial convencional pocas cosas son nuevas. En los últimos 30 años se propusieron con un éxito relativo variaciones en la técnica para lograr un alto grado de satisfacción en el paciente; sin embargo, muchos procedimientos en el mundo de la cirugía estética como son la Liposucción, Cirugía Endoscópica, los Hilos Dentados de Suspensión o Hilos Rusos, los procedimientos de rellanamiento facial, con elementos autólogos (grasa del propio paciente) o sustancias biocompatibles y las cirugías mínimas para el levantamiento de cejas y región frontal, contribuyeron para que los resultados sean muy satisfactorios, tanto para el profesional como para el paciente. Las cicatrices de un Lifting Facial son discretamente perceptibles y estan situadas en su mayor extensión detrás de la oreja o en el cuero cabelludo. Una consideración final a tener en cuenta es asumir que el Lifting debe suspender no sólo la piel sino tejidos internos como el SMAS ubicado entre la piel y el plano muscular para obtener un efecto más importante y duradero. La evaluación post operatoria no es mayor de 10 días y los resultados justifican las discretas incomodidades que genera esta intervención.
La edad a partir de la que se sugiere practicar este procedimiento esta entre los 45 y 50 años actualmente. El Lifting no debe cambiar la fisionomía del paciente si esta bien realizado. Tampoco le quita años al paciente, pero si da un aspecto mejor y más joven porque recoloca las facciones del paciente en el estado anterior a la flacidez.